lunes, 3 de noviembre de 2008

lecturas

Fue pura casualidad encontrarme con este libro. Es de Jesús Martín-Barbero, se llama La educación desde la Comunicación. Aún no lo terminé de leer pero puedo contarles algo.
El eje está en un análisis actual de las instituciones educativas y su relación y articulación con la comunicación y las nuevas tecnologías (hasta el capítulo 2 por lo menos es así). Para ello hace un racconto de lo que desde la conquista de América sucede: la cultura del silencio ( un concepto que retoma de P. Freire y que se define como “conjunto de pautas de acción y esquemas de pensamiento que conformaron la mentalidad y el comportamiento de os latinoamericanos desde la conquista”). Del mismo autor trabaja los conceptos de educación y pedagogía.
Luego hace referencia a la educación concebida desde la lógica del mercado, y, a que hay nuevos espacios educativos: “hoy la edad para aprender es todas”, por lo que implica el pasaje “de una sociedad con sistema educativo a una sociedad educativa.”
Respecto a las tecnologías, piensa el lugar que estas ocupan en la actualidad, y su relación con la cultura. Además plantea el corrimiento del libro como centro, y el reconocimiento de nuevos textos. Se habla de la emergencia de un nuevo ecosistema comunicativo “conformado no solo por nuevas máquinas o medios, sino por nuevos lenguajes, escrituras y saberes...”

Hay una idea muy bonita que retoma cuando trabaja con la noción del lenguaje y es la siguiente “Hablar no es solo servirse de la lengua sino poner un mundo en común, hacerlo lugar de encuentro. El lenguaje es la instancia en que emergen mundo y hombre a la vez. Y aprender a hablar es aprender a decir el mundo, a decirlo con otros, desde la experiencia de habitantes en la tierra, una experiencia acumulada a través de los siglos”. A esto se le añade la idea del dialogo como el “arriesgar una palabra al encuentro de otra palabra, de la respuesta de otro”.
También se habla del cuerpo “como la fuente de toda percepción, nuestro modo primordial de habitar el mundo, el lugar-desde donde realizamos su apropiación”.

Bueno cuando lo termine les paso mas información. Si quieren saber sobre algún punto en especial ¡aVisEn!

2 comentarios:

José Matteucci dijo...

Buenísimo. Me encantó la idea del lenguaje como la posibilidad de que exista un mundo, de que exista el hombre. Es una forma particular de existencia, vale decir que según esta definición sólo existe lo dicho. ¿Pero qué más puede existir? Entonces hay infinitos mundos esperando ser dichos para existitir; también infinitos hombres naciendo cada vez que son dichos. Pienso en las formas de decirnos, de decir nuestra subjetividad. Es una idea más grande que "formas de nombrarnos", sin menospreciar la importancia del nombre en la cosntitución subjetiva.
(Una anecdotita: Alguien me contó una vez, hablando de la musicalidad de los negros, que en Africa desde que nace un niño y antes de que aprenda a hablar, todos le cantan melodías improvisadas con su nombre. Así lo duermen, lo despiertan, lo saludan. Lo dicen. Puede que en parte por eso parece que los lenguajes musicales les sean tan fáciles.)
Creo que con esas ideas que estás trabajando va a surgir algo muy rico, analizando los juegos y propuestas lúdicas del Tríptico como espacios donde decir otros mundos, o donde decirse como niño, como "ser humanito", o como hombre.
¿Y lo de decir con los otros? Eso parece interesante también. Porque no es cuestión de que existan miles de mundos. Hay un cierta "coordinación de argumentos explicativos", que se basan en la experiencia sensorial, en el cuerpo que reducen la diversidad interpretativa-creadora de mundos. Y de subjetividades. Y ahí se puede analizar si la propuesta del Tríptico articula la palabra poniéndola contra otra palabra. Profundizar en las maneras en que lo hacen y qué pasa.
Ya me voy a dar una vuelta por la Isla de los inventos, que hace años vengo postergando.
Suerte y muy lindos conceptos.

Aníbal Rossi dijo...

Habría que dar vueltas sobre la idea de lenguaje a ver qué sacamos de eso... luego pensar si no hay mundo sin lenguaje, o tal vez un mutismo o un tartamudeo dentro del propio lenguaje que evidencia lo precario del lenguaje para sostener un mundo...
creo que la idea de juego en toda esta historia es fundamental, y los chicos! la crítica tiene mucho que aprender (tenemos que aprender) de ellos... pienso en Nietzsche y las tres transformaciones del espíritu: camello (animal de carga), el león (violencia, ruptura) y le niño (creación, juego)

Encontré un texto de Barbero con el mismo título que el que citas Julia... no sé si será el mismo.

Saludos!!